Llego finalmente el
día en el que pienso hace mucho,
decidí irme de Barcelona, esta gran ciudad, que es
increíble, por veces te atrae y otras te repele, siento que es como un
imán que cada tanto cambia su polaridad.
Es una ciudad encantadora con mucha vida y mucha personalidad, la quiero mucho, se que es mi ciudad y siempre lo sera,
acá crecí, no tanto de edad pero si en muchas otras cosas,
acá aprendí tanto de mi y de los
demás,
acá llore,
reí, ame odie,
volví a amar y
aprendí a no odiar,
conocí a muchas personas maravillosas, algunas las
volveré a ver otras ya no.
Pero me quedo con cosas muy lindas,
acá decidí tener a Alfonso que sigue viaje conmigo a cada lugar del mundo, las calles del barrio
gótico inclinadas, que aun me llaman tanto la
atención, las noches en el paseo del Borne comiendo helados, la gente que se fue de la ciudad pero que se quedo conmigo para siempre y lo más importante todo lo que
crecí y todo lo que
aprendí y
sigo aprendiendo.
Ha y quien dice que a veces hay que tomar un poco de distancia para ver realmente lo que uno tenia, siento que estoy en el momento de alejarme, fue
instantáneo,
salí de la ciudad y me di cuenta que en mi mundo no es tiempo de Barcelona.
Puede que algunos piensen que no es tan importante cambiar de ciudad, pero se que no es solo eso, es cortar una especie de
cordón umbilical, es cerrar una etapa y volver a animarme a un cambio tan radical, como cuando a los 19 años casi sin pensarlo
decidí comprarme un pasaje solo ida para
Europa. Cada
día que pasa se va haciendo mas
difícil el cambiar, tendemos a acomodarnos y a estancarnos, olvidamos lo lindo y emocionante que es tomar una
decisión así de importante.
Hoy, aunque ya siento
saudade, tengo ganas de este cambio,
decidí que por un tiempo me voy a Las Palmas de Gran Canaria, justo donde hace una semana estaba disfrutando de mis
minis vacaciones, fue llegar y sentir que el lugar era ese,
así que me lo
pensé un poco, aunque no dude nada, y saque el pasaje.
Ahora que de a poco voy soltando a Barcelona la veo tan linda como el primer
día que llegue y me gusta sentirme
así.